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Cuba: 258 protestas en junio ¿Ocurrirá otro 11 de julio?

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) consideró en su informe del mes de junio que la posibilidad de una o varias rebeliones de considerable magnitud es extremadamente alta a corto plazo, ocurran o no el presente mes de julio en Cuba. El total de protestas este mes (258), supera a las del mes de junio […]

Por Allan Brito
Cuba: 258 protestas en junio ¿Ocurrirá otro 11 de julio?
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El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) consideró en su informe del mes de junio que la posibilidad de una o varias rebeliones de considerable magnitud es extremadamente alta a corto plazo, ocurran o no el presente mes de julio en Cuba.

El total de protestas este mes (258), supera a las del mes de junio del año pasado (249)

El total de protestas este mes (258), supera a las del mes de junio del año pasado (249), justo previo a la explosión social del 11J.

El régimen cubano continúa creyendo que sin resolver el infierno de la vida cotidiana –ni convencer con una narrativa creíble de que se aproxima su próxima mejoría– va a impedir nuevas rebeliones cortando las comunicaciones entre los potenciales insumisos, reportó FHRCuba.

Según el monitoreo del OCC, las protestas aumentaron en todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud en relación con el mes anterior.

En junio, continuaron predominaron por segunda vez las motivadas por derechos económicos y sociales 175 (68%) mientras que 83 (32 %) se enfocaron en derechos políticos y civiles. De hecho, el mayor incremento se produjo en las protestas por derechos económicos y sociales, 62% más que el mes anterior, 175 en junio contra 108 en mayo.

Esto puede ser atribuible al deterioro de la vida diaria que el OCC ha catalogado como “muerte cotidiana”.

A las demostraciones contra el desabastecimiento de productos, la inflación y el colapso del sistema de salud se sumaron 39 provocadas por los apagones eléctricos, para un total de 139, comparadas con 105 en mayo.

Desde el 11 J el régimen de Cuba ha demostrado con su inmovilismo que no entendió que el consentimiento popular al sistema se había agotado.

Y lo más peligroso: ha enviado un claro mensaje a la ciudadanía de que no sabe discutir y resolver de manera pacífica la situación teniendo como norma recurrir a la violencia frente a sus demandas.

Estas circunstancias, unidas a la muerte súbita del General López Calleja y la eventualidad cada vez más cercana de la muerte de Raúl Castro, hacen que en meses venideros puedan abrirse nuevos escenarios de rebeliones sociales.

Estas pueden llegar a tener tonalidades violentas en la cada vez más deteriorada realidad cubana creándose así las condiciones para una ruptura de la cadena de mando del MINFAR y el MININT si hubiese unidades que se negaran a reprimirlas.

Gaesacomo factor central de ingobernabilidad

Las amenazas a la gobernabilidad en Cuba desbordan el conflicto entre la población y el poder. Hay otros factores a tener en cuenta. Uno de ellos es la evidente distancia social entre generales oligarcas asociados a GAESA y oficiales encargados exclusivamente de faenas militares.

OCC ha conocido por confirmadas fuentes directas que existe un creciente malestar con GAESA en la oficialidad en activo y retiro de las FAR. Hay indicios de que ese fue el factor asociado a la abrupta destitución del general Leopoldo Cintra Frías, en abril del 2021.

El efecto Amelia

El informe compara la repercusión de un video de una madre cubana en marzo del 2021 que, aunque se convirtió viral en las redes, no logró la solidaridad de cientos de madres y padres con el video de Amelia Calzadilla, publicado en Facebook este mes, exigiendo cuentas al gobierno por los altos precios de la electricidad, otro efecto de la “tarea de ordenamiento”. Algo que se conoció como «la rebelión de las madres».

Todos los cubanos que imitaron a Amelia, así como los jóvenes manifestantes del 11J, o los que corearon “Libertad” en un concierto en el coliseo de la Ciudad Deportiva, o los estudiantes que exigieron a gritos que restablecieran la corriente en Camagüey, están venciendo el miedo. Ese es un fenómeno post-11J.

De las consignas generales a las exigencias concretas

El 11 de julio los cubanos salieron a las calles por la falta de alimentos para sus hijos, el colapso de los servicios públicos de salud (inocultables ya con la pandemia) educación, transporte, electricidad, suministro de agua potable, alcantarillado, recogida de basura, la devaluación del poder adquisitivo, la inflación, y un largo etcétera.

Todas esas necesidades se resumían en una carencia principal que la población voceó aquel día: “Libertad”.  Lo que hizo internet aquella mañana del 11 J fue demostrarle a los cubanos su valor y fuerza.

Sin embargo, cuando hay demandas específicas que pueden ser gestionadas de inmediato sin ceder el poder, como reponer el fluido eléctrico, el régimen de Cuba tiende a hacer concesiones.

Este mes, por ejemplo, un pueblo de Matanzas, Cuba, se enfrentó a la brigada de boinas rojas con la exigencia que desconectaran la electricidad ante el peligro de que inundaciones hicieran estallar los relojes de electricidad; los estudiantes de la universidad de Camagüey lograron que terminara el apagón a golpe de conga; igual resultado obtuvieron los cacerolazos en varios pueblos en la zona oriental; mientras que la campaña por el concierto de Pablo Milanés hizo que se cambiara la sede del concierto.

Pero no basta con ceder a las demandas de la población en situaciones extremas.

La falta de control y entrenamiento adecuado de las fuerzas represivas facilita homicidios policiales que pueden desencadenar el tan temido “otro 11J”, sea en cualquier momento o mes del año, sea “en julio como en enero”.

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