Márquez, nacida hace 26 años en el Bronx, Nueva York, de padres dominicanos, promocionó en Miami
el sencillo "Cuando el pasado vuelve", uno de los temas de un álbum que
contiene su versión del clásico "Gracias a la vida", de la chilena
Violeta Parra.
La artista descubrió su amor por la música cuando tenía nueve años y desde entonces es su refugio y su motor.
Márquez, que es invidente debido a una condición llamada glaucoma
congénito, a muy temprana edad descubrió que cuando cantaba podía crear
una conexión con los demás.
"Cuando no me sentía escuchada,
cantar era una manera positiva de sentirme capaz y de darle algo la
sociedad", expresó a Efe.
La artista dijo que nunca se ha sentido
limitada por su condición. "Siempre he mantenido la conciencia de que
las cosas no son tan fáciles", apuntó.
"Claro que tuve
obstáculos, pero la música era el espacio para aspirar, ser fuerte,
lograr. Alguien me dio una vez un maravilloso consejo: 'Nunca dejes de
soñar'. La música me dio el espacio para soñar".
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Hoy la joven
cantante sueña en grande, pues dice que su misión es llevar su mensaje
esperanzador al gran público, para que a través de su música "las
personas puedan expresar lo que sienten".
A la artista le
gustaría musicalmente con sus artistas favoritos, como Luis Fonsi, Marc
Anthony y, en especial, el tenor italiano Andrea Bocelli.
"Él
comparte mi misma condición y creo que sería algo muy inspirador si
cantamos juntos", señaló Márquez, que ha sido catalogada por la crítica
especializada como "una de las voces más dulces de la nueva generación
de intérpretes latinos".
En estos momentos la artista promueve su álbum y el video de "Cuando el pasado vuelve", que ya está disponible en YouTube.
Al mismo tiempo está planeando una gira de conciertos, que ella
espera la lleve por el mundo para llevar su mensaje de siempre: "El amor
existe. ¡Todo se puede lograr!".