Curiosidades

Más que “mariposas en el estómago”: así cambia tu cerebro cuando te enamoras

Lejos de la creencia popular, este sentimiento no está en el corazón.

Por Alberto De Freitas
Más que “mariposas en el estómago”: así cambia tu cerebro cuando te enamoras
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En el fascinante mundo de las relaciones, las mariposas en el estómago, las palpitaciones aceleradas y las fantasías desbordantes son solo la punta del iceberg. ¿Alguna vez te has preguntado qué sucede en tu cerebro y cuerpo cuando te enamoras?

Durante años el amor ha sido visto como uno de los sentimientos más importantes que el ser humano es capaz de sentir. Nace por nuestros familiares, amigos, mascotas y sobre todo, por nuestras parejas. Muchos aseguran que se conecta con la euforia y la felicidad pero, ¿de dónde viene el amor?

Primero, aclaremos que el cerebro orquesta el amor, aunque culturalmente se le vincula al corazón. Cada fase del enamoramiento, desde el encanto inicial hasta las emociones de despedida, es impulsada por procesos cerebrales.

Leer más: Hablar con tu perro no es señal de locura sino de mayor inteligencia

Cuando el enamoramiento comienza, el cerebro desata la “infatuación”, una etapa donde la pasión y la atracción dominan. Los psicólogos identifican un aumento significativo en la activación del área tegmental ventral (VTA), el epicentro del “circuito de recompensa cerebral”.

amor

Pareja enamorada – Foto: Business Insider

Este proceso no es muy diferente de la respuesta del cerebro ante estímulos placenteros como comer dulces o consumir drogas. Es el inicio de una montaña rusa emocional, ya que el cerebro busca liberar dopamina, el neurotransmisor del placer. Esto refuerza el deseo de repetir la experiencia.

La fase inicial explica la obsesión por el ser amado, la dificultad para apartar esa persona de tus pensamientos y la tendencia a idealizar la relación. En términos sencillos, el amor es literalmente una droga para el cerebro.

amor

El amor es el sentimiento más importante para los seres humanos – Foto: Mutlu Net

Pero, ¿qué pasa después?

A medida que la relación avanza, la intensidad de estas emociones iniciales disminuye, dando paso a la fase del “amor compasivo”. Aquí, la liberación de hormonas como la oxitocina y la vasopresina genera sensaciones de protección y apego. Ambas pueden desarrollarse de manera distinta, como el apego nervioso o evitativo.

En ese momento, la corteza frontal, responsable del razonamiento, deja de inhibirse, permitiendo una visión más clara y objetiva de la pareja. Es allí cuando nos comenzamos a fijar en las cosas que no nos gustan tanto del otro y a ver todo de manera más objetiva.

amor

El encargado de los sentimientos es el cerebro – Foto: Freepik

Este cambio hormonal y neurológico no solo fomenta una sensación de seguridad y compromiso, sino que también permite ver a la pareja con mayor realismo. Es el momento en el que evaluamos honestamente los defectos en lugar de pasarlos por alto.

En algunos casos, esto puede conducir a separaciones, pero cuando la conexión entre la pareja es sólida, se establece un amor más genuino y profundo. Entonces, nace el tan esperado amor verdadero. Cuando se siente que aun con todas las cosas malas que puedan suceder, no imaginas una vida sin esa persona.

amor

Pareja enamorada riendo – Foto: Psicología y Mente

El enamoramiento es un viaje fascinante y complejo, guiado por el complejo baile de sustancias químicas cerebrales. A medida que exploramos los misterios del amor, descubrimos que, el cerebro desempeña un papel clave en transformar una conexión efímera en un vínculo duradero y significativo.

El amor va mucho más allá de las emociones apasionadas. Es un sentimiento que representa compromiso, seguridad, lealtad y lo más humano que puede haber.

Únete a nuestro canal de Telegram: ¡Clic aquí!

Relacionados