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Puertoriqueños sin vivienda quedan en la calle a un año del huracán

Una buena parte de las  97,000 personas emigraron de la isla a en 2017 afrontan la amenaza de desalojo de los hoteles donde residen, financiados por el gobierno Por Redacción MiamiDiario La huída como consecuencia del Huracán María es el movimiento migratorio más alto, tanto en términos absolutos como en netos, desde que se comenzó a realizar […]

Por Allan Brito
Puertoriqueños sin vivienda quedan en la calle a un año del huracán
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Una buena parte de las  97,000 personas emigraron de la isla a en 2017 afrontan la amenaza de desalojo de los hoteles donde residen, financiados por el gobierno

Por Redacción MiamiDiario

La huída como consecuencia del Huracán María es el movimiento migratorio más alto, tanto en términos absolutos como en netos, desde que se comenzó a realizar la PRCS en 2005. señaló Mario Marazzi-Santiago, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR).

Casi mil familias afectadas

Unas 996 familias se encuentran alojadas en hoteles pagados por FEMA como parte del programa de TSA en los 26 estados y en Puerto Rico. En el estado de Florida hay 308 familias que aún residen en los hoteles, según informó la agencia federal a El Sentinel .

“FEMA continúa trabajando con su proveedor y notificando a los hoteles participantes que el programa de TSA se extendió para cumplir con la orden del tribunal hasta el 14 de septiembre; sin embargo, no habrá alguna otra extensión del programa de TSA más allá de la fecha ordenada por el tribunal”, explicó a El Sentinel en un correo electrónico el portavoz de FEMA, Juan A. Rosado Reynes.

La cuenta atrás para cientos de puertorriqueños desplazados que dependen de las ayudas federales para pagar sus habitaciones de hotel comenzó a finales del mes pasado. Un magistrado federal de Massachusetts fijó el viernes como la fecha tope para el final de las ayudas luego de rechazar una iniciativa para obligar a la FEMA a mantener el programa. El fallo del juez de distrito Timothy Hillman, quien dijo estar angustiado por su decisión, puso fin a casi tres meses de desafíos legales y ampliaciones.

Hacen intentos por conseguir dónde vivir

Las ayudas federales que pagan el hotel en el que se aloja cerca del aeropuerto de Orlando terminan el viernes mientras cientos de puertorriqueños hacen un último intento de encontrar un lugar para vivir, las familias boricuas desplazadas en Florida tras el huracán María imploraron por una extensión de ayuda.

El plazo para que las familias puertorriqueñas que aún se benefician del programa de Transición de Alojamiento Temporero (TSA, siglas en inglés) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, siglas en inglés) termina el próximo viernes, 14 de septiembre.

Por esto, un grupo de familias desplazadas, que representan a las 45 que aún hay en Florida Central, según la organización sin fines de lucro Vamos4PR, hicieron un llamado pidiendo ayuda a la comunidad y a los organismos de gobierno, frente a la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret, en Orlando.

Muchos solo tienen una esperanza: la Hispanic Federation que les dará $1,000 y está gestionando recursos para conseguir unos alquileres asequibles en Ocala.

“Entendemos que no se ha hecho lo suficiente, hemos venido señalando la necesidad de desarrollar viviendas a bajo costo […] entendemos que hay fondos en el Estados para ayudar a aliviar este problema”, aseguró Betsy Franceschini, directora estatal de la Federación Hispana en Florida.

Hasta el martes, más de 600 familias se beneficiaban de los cheques en territorio continental, y más de la mitad de ellas están en Florida. Casi 400 familias más reciben la ayuda en la isla.

Piden muchos requisitos

Encontrar un departamento ha sido difícil ya que muchas empresas piden que su salario sea tres veces mayor que el alquiler mensual.

La FEMA no ha hecho suficiente por los evacuados, lo que obligó a gobiernos locales y a organizaciones reforzar su labor, según los críticos.

“Ahora, la localización (de las familias) elegida en un momento de profunda urgencia y desastre está afectando a su capacidad para encontrar una vivienda. Esto es exactamente lo que estábamos tratando de evitar”, señaló Natasha Lycia Ora Bannan, una abogada de LatinoJustice PRLDEF, que presentó la demanda contra la agencia federal.

La FEMA, ocupada con los preparativos para la llegada del huracán Florence a la Costa Este, no respondió esta semana a un correo electrónico pidiendo comentarios. La agencia explicó en el pasado que dio varias opciones de alojamiento a las personas que se quedaron sin casa tras el paso de María, que azotó Puerto Rico hace prácticamente un año. Además, rechazó las sugerencias de que los evacuados por este meteoro recibían un trato diferente a los desplazados por los que sacudieron Texas y Florida también el año pasado.

En documentos judiciales presentados el mes pasado, la agencia dijo que Puerto Rico recibió 3.900 millones de dólares en ayudas para el huracán María, frente a los 2.400 millones que recibió Texas por el Harvey y los 1.100 millones a Florida por Irma.

En el centro de Florida, United Way ofrece hasta 5.000 dólares para depósitos de fianza para algunas familias. En la ciudad de Nueva York, más de 540 puertorriqueños evacuados entraron ya en el sistema de alojamientos municipales y otras 30 familias podrían adherirse al programa cuando expiren los vales para hoteles.

Massachussetts sigue dando protección

Massachusetts, el estado con el segundo mayor número de familias desplazadas por detrás de Florida, permitirá que las familias con hijos y las personas con problemas médicos sigan temporalmente en hoteles que serán costeados por el estado, señaló Gina Plata-Nino, abogada del Central West Justice Center. El gobierno regional también proporcionará ayudas al alquiler durante un año para ayudar a los evacuados en la transición a un alojamiento más permanente, agregó.

Pero más de dos docenas de familias de Massachusetts que no cumplen los requisitos para entrar al programa se quedarán sin vivienda el viernes, según Plata-Nino.

El congresista Darren Soto, cuyo equipo trabajó esta semana en tres hoteles del centro de Florida asesorando a los desplazados, culpó de la situación al presidente Donald Trump y a un Congreso dominado por los republicanos que no aprobó ayudas adicionales.

“El presidente Trump, al día de hoy, no ha reconocido no solo la falta de recursos y la lenta respuesta, sino tampoco los problemas que sigue habiendo en Puerto Rico”, señaló Soto, un demócrata cuyo distrito incluye parte del área metropolitana de Orlando. “Esto no tendría que ser así”.

EN FOTOS: Piden ayuda para no quedarse en la calle

Trump dijo esta semana que la respuesta al huracán María fue “un éxito increíble e ignorado” y afirmó que su gobierno hizo un “gran trabajo poco apreciado”.

El gobernador de Puerto Rico elevó el mes pasado la cifra oficial de fallecidos a causa de María de 64 a 2.975 personas.

El 44% de las personas y el 41% de las familias estaban bajo el nivel de pobreza, indicó IEPR mediante un comunicado de prensa, según publica El Nuevo Día

Puerto Rico se posicionó como la jurisdicción de mayor desigualdad en la distribución del ingresos de los Estados Unidos. Y es que obtuvo un índice Gini de 0.55.

El IEPR publicará en los próximos meses el Perfil de Migrante 2017, donde detallarán con más profundidad los datos del PRCS.

Un último llamado

Durante la rueda de prensa frente a la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret, el padre José Rodríguez, también envió un mensaje a la comunidad, asegurando que la mayoría de las familias que aún están en los hoteles están en situaciones en las que requieren asistencia ya que muchas tienen niños pequeños y personas mayores.

“Estas familias han hecho todo lo posible para salir adelante y se han ayudado entre ellos en este periodo de necesidad y ahora es el tiempo para que nosotros, floridanos demos un paso al frente y ayudemos a nuestros vecinos”, afirmó el padre.

Los desplazados pidieron a la agencias públicas una solución de vivienda para estas familias que, a un par de días de quedarse sin hogar, y en el pico de la época de huracanes aún no saben qué les depara el futuro.

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